Entrenamiento en la noche

por **Madara** Jue 6 Dic 2012 - 1:54

Apenas eran las 12 de la noche, pero teniendo en cuenta que era invierno y que hacía un frío considerable, las calles de Konoha estaban desiertas, y por ese motivo, era un buen momento para entrenar sin molestar a nadie... el Bosque Uchiha, situado a unos kilómetros de la villa, era un lugar oscuro y sombrío, que... apenas era levemente iluminado por la luz de la luna.
En medio del bosque, se encontraba una explanada sin árboles lo suficientemente grande como para entrenar todo un equipo de ninjas superiores. La explanada contaba con un pequeño lago de agua cristalina.
Allí, se encontraba un joven de 17 años, de la excelente familia Uchiha, que estaba entrenando con el único objetivo de mejorar en sus técnicas físicas, algo de lo que flojeaba bastante... algo que un chunnin no se podía permitir. Ninja de pocas características, alto y delgado, mediocre en el genjutsu, pero... aun así, tenía un don para el ninjutsu, pues... era, quizá, el mejor de su promoción en cuanto a técnicas ninja se trataba.
Después de un duro entrenamiento de varias horas seguidas sin parar, el joven decidió tomarse un respiro, acercándose al lago con paso firme y extendiendo sus manos hacia el agua, que estaba fría como el hielo. Acto seguido, se mojó la cara mientras cerraba los ojos y se sentaba en el suelo, contemplando la belleza de la noche en esa explanada desierta: la luna llena se reflejaba sobre el lago, rodeada de una gran cantidad de estrellas que brillaban en el cielo nocturno. El viento soplaba con fuerza y movía las ramas de los árboles perennes que todavía conservaban sus hojas. Un búho oculto y unos cuantos grillos animaban el paisaje con sus cánticos y sus sonidos... sin duda, era algo acogedor para una persona que amase la soledad, tal y como lo hacía ese joven.

Lo que el Uchiha no sabía era que no estaba completamente sólo en aquel lugar. Una silueta lo observaba desde el bosque, proyectando un aura de misterio a su alrededor. La silueta, humana sin ninguna duda, permanecía oculta entre los árboles, sin poder diferenciar nada más que un brillo plateado en lo que parecían dos ojos de color gris. Aquella persona, fuera quien fuera, esperaba con paciencia una oportunidad para acercarse al joven, y se mantenía inmóvil, sin pestañear y sin hacer ningún ruido que mostrara su localización.

De repente, al joven Uchiha se le ocurrió una idea aprovechando la soledad que lo rodeaba... no era una idea buena ni mala, pues... si a este chico se le hubiesen ocurrido buenas ideas, no sería chunnin, sino que ya sería jounin. El caso es que, acalorado y sofocado tras su arduo entrenamiento, comenzó a quitarse la ropa, empezando por la camiseta y terminando por su ropa interior hasta quedar completamente desnudo. Sin pensarlo dos veces, saltó al agua y comenzó a nadar de un lado para otro, dándose un baño de agua fría que sería bueno para su circulación, a pesar de encontrarse en pleno invierno.

Media hora más tarde, cuando el joven ya estaba tiritando de frío y cuando ya sólo quería volver a su hogar, salió del agua y abrió los ojos tanto que casi parecía que se le salían de sus cuencas... la ropa que había dejado en el suelo ya no estaba... había desaparecido.
Incrédulo por lo que estaba viendo, empezó a buscar por todos lados, dando un bordeo a la orilla por si se había desorientado... pero 10 minutos más tarde se dio por vencido, y asumió que tendría que volver a casa desnudo, para risa de sus vecinos y sus amigos que no tardarían en enterarse de lo sucedido. El chico tenía mala suerte... pues quizá había sido el viento el que se había llevado su ropa, o algún animal, mientras él estaba en el agua, sin que se diera cuenta. Ahora lo importante era volver a casa lo antes posible, pues estaba totalmente mojado y no tardaría en coger un resfriado o un catarro que lo dejarían en la cama un tiempo.

Mirando al frente, el Uchiha se percató de que, en la lejanía, había una sombra que lo observaba. Cuando por fin se dio el encuentro entre ambas miradas... la silueta humana oculta comenzó a dar varios pasos lentos, dándose a conocer como un anciano con el pelo gris, que iba apoyado sobre un bastón grueso con forma de rama de árbol. Aquel hombre, pese a su edad, tenía pocas arrugas y... haciendo uso de su mano izquierda, lanzó una bolsa de tela hacia el adolescente, cuya bolsa se abrió en el aire, dejando caer al suelo lo que había en su interior y mostrando la ropa del joven.-¡Un momento! Este bosque es sólo para los Uchiha y... ¿qué diablos haces con mi ropa, viejo estúpido?-El hombre mostró una leve sonrisa y entrecerró los ojos, señalando al Uchiha con el dedo índice de su mano izquierda.-¡Tú, insolente! ¿Cómo eres capaz de hablarle así al legendario Madara Uchiha, el único superviviente de la dinastía del Rinnegan? ¡Ponte la ropa, o caerás enfermo!-El joven, sin dudarlo un momento, comenzó a caminar hacia su propia ropa, todavía preguntándose quién demonios era ese viejo y porqué le había quitado la ropa. Se agachó lentamente y cogió su ropa interior, con la intención de cubrirse. Pero cuando se iba a levantar, un golpe impactó en su barbilla y lo tiró al suelo. Acto seguido, alguien sujetaba sus brazos con fuerza y se había puesto encima suya, impidiendo que se levantara. Para sorpresa del joven, no era el anciano el que había hecho estos movimientos tan fuertes y tan veloces, sino un adolescente... ¡¡ERA ÉL MISMO!!-¿¿QUÉ DIABLOS?? ¿Quién eres tú?-El anciano volvió a sonreír y se acercó al Uchiha, ahora sin mucha prisa, ya que éste no podía moverse.-No te preocupes... es sólo un reflejo de lo que tú podrías haber sido si mejorases tus técnicas físicas. Pero tranquilo, una copia barata no me interesa lo más mínimo... hace tiempo que estoy buscando un cuerpo joven y pareces bastante útil.-El joven hizo fuerza con sus brazos y sus puños e intentó levantarse del suelo, pero su propio clon se lo impedía... lo tenía sujeto con mucha fuerza.-¿Qué quieres de mí? ¡Suéltame!-El anciano dejó caer el bastón al suelo y sacó un puñal de un bolsillo... iba vestido con una túnica de color negro. Entonces, el anciano se agachó y puso el filo del puñal sobre el cuello del Uchiha.-¡¡¡Socorro!!!-El anciano, sonriendo, se llevó la mano izquierda hacia sus labios para hacerlo callar.-No te esfuerces, chico, por muy alto que grites, estamos a kilómetros de Konoha y nadie va a poder venir en tu ayuda. Si no me equivoco, buscas poder, ¿verdad?-El chico tragó saliva, notando el filo del puñal en su garganta, y luego asintió con la cabeza lentamente.-Es cierto que busco poder... con mi fuerza actual no voy a llegar a ningún lado, pero si algo tengo claro es una cosa... ¡No me revelaré contra mi villa y no dejaré que ningún asesino me de poder!-El anciano negó con la cabeza y abrió los ojos del todo, mostrando el Rinnegan en ellos.-Lástima...-Sin que al Uchiha le diese tiempo a responder, el anciano hizo un corte leve en su garganta, dejando caer varias gotas de sangre roja que se deslizaban por el cuello.-Me temo que no tengo otra alternativa que ponerte en una balanza... cuando alguien está en la línea que bordea la vida y la muerte piensa mejor sus palabras antes de decirlas y no comete estupideces, como lo has hecho hasta ahora. Entonces... te diré... este puñal puede matarte en cuestión de minutos y producirte una agonía lenta y dolorosa hasta que dejes este mundo. O bien... puedes aceptar mi entrenamiento por las malas, si quieres, aunque te garantizo que no harás nada que no quieras hacer...-El joven dudó unos segundos, y... tras pensarlo detenidamente, finalmente respondió.-Estás mintiendo... pero creo que no tengo otra alternativa... ¿qué tengo que hacer, pues?-El anciano asintió con la cabeza y llevó el puñal hacia su mano izquierda, provocándose un corte superficial para que cayese un poco de sangre sobre la cara del Uchiha.-No te lo pienses dos veces y bebe... con 3 gotas será suficiente.-El joven dudó, pero su copia le cogió del cuello y éste abrió la boca, dejando caer en su interior unas cuantas gotas de sangre sobre su lengua y cerrando la boca de inmediato. Acto seguido, el anciano cogió el brazo derecho del Uchiha y le dio un fuerte mordisco, dejándole la marca de sus dientes y llegando a provocarle un corte en la muñeca. Finalmente, el anciano llevó la boca hasta el cuello del adolescente y le dio otro mordisco, esta vez haciendo aparecer 3 aspas de color negro en su cuello.-Bien, ya está... ahora cálmate y cierra los ojos.-El joven hizo caso y cerró lentamente los ojos, viendo como la figura de ese anciano se borraba poco a poco y desaparecía en la oscuridad.